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—Lo sé, soy un nostálgico —le susurró el príncipe a la princesa mientras le guiñaba un ojo.
Entretanto, ella miraba, con angustia, a los comensales de ambos lados de la mesa, y pedía al cielo que nadie hubiera visto a su marido atrapar a la fastidiosa mosquita con su lengua veloz.(Relato finalista del mes de diciembre de la XII edición de Relatos en Cadena.)
Solo a ti se te pueden ocurrir estas ideas, Nuria :-) Esa imaginación capaz de llevarte a la final de Relatos en Cadena y más allá. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Ele. Es un sueño haber estado allí, y con gente como tú a mi lado, literalmente, es algo inigualable. Besosss
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