La resiliencia de un tal Miguel
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Foto de internet |
En un lugar del cerebro, al escritor le creció una mancha. Y, en un lugar de la mancha, nació un caballero que se divertía hundiendo su lanza sobre cualquier inspiración, por muy grande que fuera. Eso sentía él. Preocupado, fue a consultarlo y, tras descartar causas graves, le pusieron en tratamiento. Debía escribir un diario sobre esas cosas que imaginaba y volver una vez a la semana para hablar sobre ello. Así, el problema facilitó que escribiera su obra maestra. Aunque, desgraciadamente, al acabar la terapia no pudo escribir nunca nada más, porque aquel caballero todavía estaba allí.
(Publicado en ENTC, nº56. Con el comienzo y el final obligados).
¡Qué bueno!
ResponderEliminar¡Me encanta que te guste! 😃
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